En principio, comparto las tiradas que hago para mí, no para otra gente. Siempre hay que reservar la intimidad de las personas que confían en uno.
En esta, hice una carta por cada lugar al cual pienso emigrar.
Me suelo manejar con pocas cartas, también. Hay gente, muy grossa por cierto, que lo hace con decenas de cartas por tirada. Quizá lo ayude a ver en detalle una situación. En mi caso, creí y creo que, con poco, queda todo claro. Mucha fe en que varios cartones que muestran los caminos del pasado, presente y futuro.
Como decía, una por cada país. Sin dudas, las mas benéficas son las figuras de El Carro (avance, aunque siempre le veo lo arrogante) y El Mundo (felicidad total, concreción de los esfuerzos de manera positiva, tiempo de la buena cosecha) al derecho. Luego, puedo poner al Rey de Oro y quizás Los Enamorados y el seis de basto. Un exceso de pasión, de emprendimiento, de esfuerzo que siempre le evito.
Las cartas, en definitiva, son un reflejo de nuestra contingencia. Creo, como Borges, que ‘el camino es fatal como la flecha. pero en las grietas está Dios, que acecha’. Nuestro destino, quizás, está tabicado. Hay cosas armadas. El esqueleto de nuestra vida está hecho. Pero Dios es muy sabio, y hay muchos ‘huecos’. Por ejemplo: ¿estás destinado/a para ser politólogo/a? No, podés anotarte a Filosofía, a Arquitectura, a ser florista, barrendero, paseadora de perros… lo que desees. Pero, creo, hay una tendencia. Por algo ni te interesan el 90% de las cosas. Sólo pensás en un rango de cosas. Y de eso elegís una sola, o considerando hobbies, tres o cuatro cosas. Hay muchas opciones pero en la realidad hay pocas. Y de ahí elegís. Así es con todo, ¿entendés?
Muchas veces me pregunto qué busco, trascendiendo la tirada. Qué busco en la vida. Para eso no hay respuesta definitiva. Siempre es provisoria, y merece serlo. Es, como la buena ciencia, una pregunta que debe abrirse a las conjeturas y ser purificada por la duda. Hoy por hoy, creo en el placer, en el respeto y en amar mi única vida.
Ya se me fueron 29 años. Quizás cuente con cincuenta o sesenta más. Quizás menos, muchos menos. No importa. Sufrí demasiado por mí mismo, por tomarme en serio todo, por intentar cambiar el gran sistema en vez de ser yo la mejora en el sistema. Es mi enseñanza, la misma que otros sabios han dicho hace tiempo: sean el cambio en el mundo. Cambien ustedes, sean felices ustedes, y derramen esa felicidad aunque mañana se termine y lo sepan con claridad. El después, ni depende de nosotros. Ánimo y buen día siempre que me lean.
By the way, si alguien quiere una tirada es libre de contactarme.
