Para lamento de varios dirigentes políticos, los jovencitos no solemos prender la televisión ni aunque nos paguen. Alguna gente siquiera posee una en su casa. Paso a dar algunos motivos que se me ocurrieron en un viaje de colectivo:
- Rebeldía juvenil. La televisión está asociada a la generación de padres y abuelos, junto a su cosmovisión, su sociedad post-industrial pero previa a la Internet… No ver tele es un gran fuck you a todo ese mundo.
- Es un medio unidireccional, que impide dar un feedback inmediato; eso le quita mucho la gracia a quienes estamos acostumbrados a reaccionar al instante en las apps o plataformas.
- Tiene una rigidez e impracticidad mortales, ya que el contenido está asociado a una caja estática en un rincón específico de la casa; a diferencia de otras plataformas o apps que están en el celular, medio móvil que permite un consumo flexible, casi ilimitado, sólo dependiente de señal y electricidad.
- Contenidos limitados contra apps y plataformas; en un par de clics, estás en un mundo, luego en otro, y así. Sobre todo en Twitch o Instagram.
- Focalizo en Instagram. Ver la vida de conocidos propios y famosos mundiales y no tanto, exhibiendo su vida curada por sí mismos, es fascinante. Prefiero una hora navegando ahí que viendo el noticiero.
- Noticiero que repite lo que ves en Twitter si navegás 20 minutos.
- Esto es más personal: todo lo que veo en TV, siento que está legitimado o hasta impuesto por el establishment; ancianos +60 que creen es moderno Queen y aclaran todos los días de votación que es una jornada democrática gloriosa y hay que cuidarla para que no haya dictaduras o qué. Todo passé desde Menem.