Con menos luces / Episodios 1 a 13
La historia del acorazado nipón de la Segunda Guerra Mundial que es sacado de la tierra para ser reconvertido en nave espacial continúa con ‘Soldiers of Love’, subtítulo de esta segunda temporada.
Con dolor, admito que la historia es, por lejos, lo más flojo de esta temporada. La idea de la Tierra en un peligro no-inminente, cuando ya pasamos por la casi extinción de la raza humana, no es muy atractiva. Tampoco la idea de ‘repetir’ el viaje de 2199, pero con un casting de personajes de menor nivel comparado con el viaje anterior. Y sí, repetimos personajes, pero falta la mística que le daba el Capitán Okita, o las intervenciones de Niimi; además varios de los héroes de la primer temporada deben ceder ante los nuevos personajes como el embajador de Gamilas o los soldados del Onceavo Planeta, que no logran empalmarse bien con los históricos en principio. La ausencia de Yuki Mori, en partes, y la constante dubitación del protagonista, Susumu Kodai, no colabora tampoco; si bien es obvio para el capítulo 13 logra liberarse del peso de suceder al capitán Okita y sortea sus inseguridades personales.
La animación y el 3d/2D superpuesto de las batallas o tránsitos sigue siendo sensacional; o los diseños tan marcados y fluidos aún así, siguen garpando. Los colores, bien iluminados en personas o secos cuando lo requieren las naves,están bien empleados. La paleta nunca desentona, un gran logro desde 2199. De hecho, hacia el final de la historia, con Mori y Kodai en eje y Hijikata como capitán asentado, el tema de personajes se va equilibrando y la serie tiene ya aires de la temporada primera.
Mi gran duda es el capo de Gatlantis. ¿Es alguien con problemas morales, se hace el misterioso, cuál es su onda? No termino de descifrarlo. Su charla de ‘amor’ mientras se la pasa matando gente y dando sermones es peculiar pero le doy el beneficio de la duda.
Proseguiré la serie dándole espacio a esta gran historia espacial para que demuestre si tiene con qué seguir marcando rumbo.