Episodios 1 a 6
‘Fena: Pirate Princess’ es una historia de aventuras, misterio y algo de romance en algún momento del siglo XIX.
Así de sencillo. No hay mucho más.
Ahora bien: ¿por qué escribo un artículo sobre una serie así, dirán? Porque en estos seis episodios he vislumbrado muchos elementos que la elevan de la media, y además porque es muy bonito lo que me transmite emocionalmente.
Fena es una chica que, vemos apenas iniciado todo, huye de un ataque a su embarcación. Todo arde, gritos, miedo. Su padre muere (presumimos) y ella es salvada por un chico de su edad, Yukimaru.
Diez años después, Fena ya es una dama bellísima, y está presa en una isla de la lujuria; ahora debe escaparse de un inminente matrimonio arreglado con un viejo verde. Las estratagemas y la huida son deliciosas, preciosas. Ya en este episodio verán la frescura de la protagonista, lo bien que funcionan los gags, la definición de los colores (sobre todo nocturnos), y parte del misterio que la rodea. ¿Por qué sirvientes de su familia van a rescatarla recién a los diez años, siendo ella adolescente? ¿Tardaron o hay una razón para dejarla ir? Nunca me quedará claro, creo.
Ya en el episodio dos se suman otros misterios: ¿por qué su padre muere para salvarla? ¿No podían sobrevivir juntos? ¿Qué hacía Yukimaru ahí, ahora que vemos es parte de una organización ninja secreta que rinde cuentas a un gobierno? Raaaaro. El mismo gobenrnante tiene la piedra que Franz, padre de Fena, quería darle. Ahora, al fin, la dueña la posee. Así, la aventura por descubrir los misterios planteados y otros más que no quiero revelar, arranca.
Y posta no quiero develar mucho, ya que son doce episodios y estos seis, al ser la mitad, sería demasiado spoiler de una historia.
El director y creador de la serie es Kazuto Nakazawa, a quien seguramente conozcan si les digo: es quien dirigió el segmento anime de Kill Bill Volume 1. También dirigió una parte del video ‘Breaking the Habit’ de Linkin Park. En animelandia, mas bien ha hecho diseño de personajes, como en Samurai Champloo, Terror on Resonance (ambas dirigidas por Shinichiro Watanabe), B: The Beginning (la cual dirigió), y la adaptación del manga Days por MAPPA.
En el apartado técnico, se nota un trabajo espectacular tanto en exteriores como en interiores. La iluminación está trabajada con un esmero tremendo. El agua, en algunas escenas, es bebible; se ve mejor que un río veraniego en un día despejado. Es notorio cuando una producción tiene tiempo y cuándo debe hacer todo rápido para entregar algo pasable el fin de semana próximo. También es cierto: Production I.G, el estudio a cargo, tiene la capacidad instalada, la historia a defender, las personas capacitadas, el tiempo y dinero para generar esto. Plus la ayuda espiritual (diría Jorge Asís) de Crunchyroll.
Por el contrario, la música a cargo de Yuki Kajiura se siente algo blanda. QUienes escuchamos unas diez o más series con su firma, reconocemos al instante sus típicos coros. En otras partes, la música mas bien acompaña, no remarca nada; alguna que otra vez queda desdibujada. La ingeniería de sonido, que pasa por muchísimas escenas en barcos o pueblitos costeros, con armas de fuego o lanzas, funciona muy bien.
Hay escenas que parecen fotográficas. Pocas veces se logra a pesar de tener la técnica pulida. Y es por los brutales tiempos de producción que impiden el florecimiento de una sensibilidad artística. ¿Cómo puede ser que Ghost in the Shell, de hace casi 30 años, sea impactante y ahora hay poco y nada que llegue a esas cumbres? Tiempos. Pero me desvío de mi artículo.
En el apartado de voces, si bien todo el mundo rinde, se pasan tanto la polifacética Yuuki Aoi (Karin) como Asami Seto (Fena). No es sorpresa que Yuuki sea versátil: es la misma que le da voz a dispares personajes como Noel Kannagi (Sora no Woto), Kaname Madoka (Madoka Magica), Hibiki Tachibaa (Symphogear)… pero nunca la vi en un rol tan carismático, limpio, abierto; sí me sorprendió para bien Asami. Ella ya demostró con Ayase Chihaya (Chihayafuru), Sashinami Shouko (Valvrave), Raphtalia (Shield Hero) o Kugisaki Nobara (Jujutsu Kaisen) que puede hacer protagonistas con energía y sensibilidad. Pero su voz tiene un giro inocente y juguetón de las cuales las mencionadas carecen, y es un plus para aplaudir. ¿cómo consiguió balancear tantas cualidades en una sola voz? Si bien el dibujo acompaña, y la estructura de la historia está bien delineada, no es fácil de generar esta voz. Si fuese a lo seguro, le hubiera dado el papel de Fena a Hayami Saori; menos mal que el casting es mucho más inteligente que el escritor del artículo y decidió darle a Asami la chance de descocerla.