Sos lo más

Edo
3 min readJun 23, 2022

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Anoche escribí el siguiente tweet:

Estaba agotado del viaje por el Norte del país, pensando en arreglar la casa, en deudas, en entregas universitarias, en el alquiler. Y, desde mi interior, salió a flote ese reconocimiento de cuán caótico es todo pero, a la vez, cuán alejado estoy del lugar mental y existencial donde yacía hace dos años nomás.

Como saben quienes han leído mi sección autobiográfica, hubo muchos problemas pero también existía una autopercepción empobrecida, una actitud de autoboicot brutal y una tristeza constante flotando en mi pecho. La pandemia colaboró en darme espacio y decisión para cambiar las cosas. El desafío era y continúa siendo duro, pero con un gran tratamiento psicológico estoy en otro lugar, más decidido, lanzado y contento, ya que esas decisiones han dado frutos impresionantes.

Vean: el siguiente registro es de mi cuenta Instagram. Se dio con pocos minutos de diferencia cada mensaje, como está anotado.

El primer mensaje es de Juana, quien me ayuda a canalizar un montón de las ideas que he ido recolectando como cacharrero y darle un formato de novela. La soledad me dio tiempo para sumergirme en el pasatiempo del anime y de ahí en la cultura de Japón. A eso sumémosle una persona observadora, que analiza al detalle a los demás por miedo a ser herida. Esto me permitió desarrollar una habilidad genial para ser escritor: conocer de qué materia espiritual está hecho el humano. Ahora queda aplicarlo.
El segundo, de Luz, una persona muy agradable, sensacional, en la cual veo representada toda mi nueva red de relaciones de amistad o conocidos, que me permiten con su compañía virtual o real ver la vida de un color más amable.

Los mensajes, entonces, son un testimonio de mi progreso. ‘La basura de uno es el tesoro de otro’. Lo que puede ser común para mucha gente, para mí es más que especial. Todo mensaje del estilo me es más que valorado, ya que se bien lo que es perderlo o siquiera tenerlo.

Fotos de inmigrantes recién llegados al Puerto de Buenos Aires. Museo de la Inmigración.

Para concluir: tuve el privilegio de ver a Luis ‘Yuyo’ Noé en vivo, en una charla que dio en el Museo de la Inmigración. Allí él habló de su carrera y de su concepción del arte. Me llevo dos cosas de lo expresado por el señor.

1- La diferencia entre lo concreto y lo abstracto es inútil. Comentaba el artista que, al hablar mismo, nosotros mezclamos términos concretos y abstractos sin distinción, por ende dedicar un arte a una parte y otro arte a otra parte es una tontería. Todo es un continuo. El ejemplo fue sencillo. ‘Esta mesa es hermosa’. La mesa es concreta, pero la opinión de belleza es lo abstracto. Lo decimos siempre, es así, ¿para qué hacer diferencias, entonces?

2- Ligado a ésto, está el hecho del orden y el caos. Para Noé, el orden es anti natural. La vida es ese desorden que tanto nos inquieta. Aún así, enfatizó el artista la necesidad de crearnos nuestra estructura para navegar en esta vida.

Se trata de habitar con comodidad en el desorden, entonces.

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Written by Edo

Me gusta dibujar ropa, analizar estrellas y comer rico.

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